Este es un diagnóstico para aquellos que creen que sufren esta patología.
Tumbado, con la rodilla flexionada, extiéndela por completo lentamente. Si se aprecia un chasquido o sensación de rozamiento, lo más probable es que la sufras.
Dolor al levantarse de la silla o subiendo escaleras.
Sensación de querer extender la pierna al estar tiempo sentado.
Derrame de líquido sinovial en la rodilla, es decir, rodilla hinchada.
Presionar la rótula cuando contraes el cuádriceps puede ser doloroso.